
El nombre nació de una historia de infancia de Luis Urbina “Lucho”, barista y de Oscar Portillo, pintor, al jugar futbol en el pasaje 7 oriente y tener cerca en el pasaje una Volkswagen T3 cuyo dueño era Don Ricardo “Don Richard” y nuestro sueño de algún día tener una van de Volkswagen.
La historia de esta Volskwagen T3 o “Cafetera” es que en un principio estaba intacta, al pasar de los años y varios amigos jugando futbol y la poca precisión de los jugadores fueron cobrando en el estado del carro, mucho de estos golpes fueron gracias a Oscar Portillo y sus mejores inventos.
Retomamos este nombre para nuestro café ya que nos traen recuerdos que nos ayudarán a generar este sentimiento hacia nuestro emprendimiento, mejorando la atención, el cuidado y la dedicación hacia él