El café salvadoreño tiene una buena reputación a escala mundial, la cual le viene dada por su dulzura, el cuerpo y la acidez de sus granos; estos atributos encantan no solo el paladar, sino también al olfato de quien lo degusta.
Mi recomendación es que siempre que pidas una taza de café preguntes por su origen y variedad de café, adicionalmente recuerda que en El Salvador tenemos muchísimos métodos de preparación.